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Por Déjanos Mimarte 10 ene, 2020
La RADIOFRECUENCIA FACIAL es un sistema que estimula la producción de colágeno propio mediante la elevación de la temperatura de la dermis. Este aumento de colágeno da tensión al tejido y la zona tratada, consiguiendo así disminuir la flacidez y logrando rejuvenecer dicha zona. Tiene un efecto tensor y flash durante las primeras 48 horas, brindando una gran luminosidad a la piel. Para conseguir un efecto prolongado en el tiempo lo recomendable es realizar entre 8-10 sesiones de manera semanal. Después las sesiones se irán espaciando en el tiempo, con lo que conseguiremos mantener el efecto a largo plazo. Es un tratamiento muy relajante , ya que el calor que proporciona nos lleva a un estado de gran tranquilidad y serenidad. La duración de las sesiones es de 30 minutos y lo recomendable es combinar la radiofrecuencia con otras técnicas como el dermapen para conseguir los mejores resultados. Además de para las arrugas y la flacidez, este tratamiento también sirve para mejorar las cicatrices del acné, los eccemas, la rosácea y cuperosis e, incluso, la hiperpigmentación. Al terminar cada sesión es normal que la piel presente algo de enrojecimiento que tarda muy poco tiempo en desaparecer. Se trata de una técnica muy segura, aunque tiene algunas contraindicaciones : embarazo y lactancia, cardiopatías, alteraciones de la coagulación, enfermedades neuromusculares, implantes recientes de colágeno, tener alguna prótesis metálica, marcapasos u obesidad mórbida.
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